Epidural, ¡por favor!

Este fin de semana, la prensa asturiana se hacía eco de una noticia casi de película. Una joven daba a luz en los aseos de una hamburguesería sin ayuda alguna. Eso sí, tercer hijo y veintipocos años; al final, nos guste o no, se alumbra mejor joven, así es la naturaleza. Recordé entonces el parto de Rafa hace algo más de 4 meses, no dí a luz en casa por poquito.

Dos de la mañana del 22 de octubre, me despierta una contracción. Nada extraño teniendo en cuenta que durante las últimas semanas de embarazo, sobre todo en el segundo, aparecen de vez en cuando. Sigo en la cama y viene otra contracción. A la tercera, decido levantarme sin despertar a mi marido. Sinceramente, creía que no estaba de parto así que encendí el ordenador y leí que, como nos había dicho la matrona en las clases preparto, hasta que las contracciones no fueran cada cinco minutos, estábamos mejor en casa. Y ya de paso, decidí poner una lavadora, que hacía falta.

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Foto: día anterior al parto, sin imaginarme que iba a ser tan rápido

A las cinco y media de la madrugada, tendida la ropa y con contracciones cada ocho minutos, desperté a mi marido, Chema. Una hora más tarde, él decidió llamar a mis padres, alguien tenía que quedarse con el otro peque, Alfonso. Hecha la llamada, me doy una ducha tranquilamente, preparo el neceser y desayuno croissants y zumo. Cuando llegaron mis padres eran casi las 7 y media de la mañana. Pensaba que aún me quedarían horas para dar a luz.

Llegar al Hospital de Cabueñes nos costó cinco minutos. Entré por urgencias y directa a Ginecología. Allí me llevé la primera sorpresa, la ginecóloga me dice que estoy de ¡8 centímetros! No puede ser, pensé. Le pedí que me subiesen rápido al paritorio, quería la epidural a toda costa. Subí a planta caminando, me puse el camisón del hospital en la habitación que me habían asignado y escribí un sms a una enfermera de Ginecología que conozco para decirle que me habían ingresado. Mientras tanto, las enfermeras estaban tan tranquilas en el pasillo. Yo me preguntaba qué narices hacía allí todavía, sólo pensaba en una cosa, epidural.

Por fin vinieron a buscarme, me llevaron a la sala de dilatación, me rompieron la bolsa y a partir de ahí, me convertí en un ser irreconocible. A lágrima viva y quizás elevando el tono de voz, pido por favor que venga la anestesista. Pero no llega. En aquel momento, era la única parturienta, así que por allí pasó diferente personal sanitario, yo no sabía ni quién era ginecólogo, ni quién matrona. Yo sólo quería la dichosa epidural.

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Les rogaba a unos y a otros que viniera alguien a anestesiarme. Les decía que me moría, alguien dijo que nadie se había muerto por aquello, yo respondí que yo sería la primera, que moriría en ese momento. Se lo tuvieron que pasar bomba conmigo. La anestesista llegó pero me dijo claramente: estás completa, no voy a ponerte la epidural. De ahí, al paritorio. De refilón ví al doctor que me había atendido en el parto de Alfonso mientras gritaba que aquello era una animalada. Tres empujones y llegó Rafa. Había pasado una hora desde que entré en el hospital.

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Cuando ya me había calmado, la ginecóloga me dijo que era una afortunada por dar a luz con esa facilidad. Y es cierto que hasta media hora antes de que naciese Rafa, el dolor fue soportable. Pero hubo media hora en la que creí, ciertamente, que no podría seguir, me pareció salvaje. Además, que el peludín pesó al nacer más de 3,800 kilos. Lo confieso, soy fan de la epidural. Entre mi primer y segundo parto hay un abismo. Además, sé de unas cuantas que decían que darían a luz sin ella y acabaron pidiéndola, por algo será.

10 comentarios

  1. No me asustes con lo de los años!!!tengo 32 años y aún no me he decidido!!!jeje
    qtal tu otro parto??madre yo es q creo q me da un miedo horrible…solo de pensarlo….
    por cierto genial el blog y te queda mil veces mejor el pelo como en la foto del dia antes de dar a luz!!!!!!!

  2. ¡Hola Ana! Lo primero, gracias por el cumplido, estoy deseando cortarme de nuevo la melena pero este año se casa mi hermano así que lo dejaré para después,je.. No te asustes con lo del parto, yo en ninguna de las dos ocasiones fui con miedo, lo que pasa q la diferencia con epidural y sin ella, me pareció bestial; en el primero no sentí nada de dolor, pero te diré que el postparto fue mejor el segundo, supongo q todo tiene sus ventajas y desventajas. Y si quieres ser madre, yo soy de las que pienso q cuanto antes, mejor. Por muy bien que se porten los niños, hace falta energía!!!! Un abrazo!

  3. aaaayyy me estresaste!!!ya soy mayor!!!últimamente estoy obsesionada con eso jejee!!!!

  4. aaahh!!y me da muchisimo miedo!!!!

    1. noooo, en absoluto eres mayor..pero yo siempre digo que si tienes claro q quieres ser madre, mejor cuanto antes!! y de miedo nada, el dolor se olvida en cuanto tienes al peque entre los brazos..para mí, no hay nada mejor en el mundo..

  5. mil gracias!!!!

  6. Sí señora, VIVA LA EPIDURAL! Bendita epidural! Yo parí en enero y tenía claro que, conociéndome, no iría de «valiente flower power» y la pediría en cuanto fuera posible. Así fue, y gracias a ello, puedo decir que pariría una y otra y otra y otra vez! Con la anestesia fue fantástico, tengo un precioso recuerdo del parto! Lástima que ingresé a las 22h de la noche y lo duro fue resistir toda la noche sin poder dormir. Por lo demás, la anestesia fue mi salvación! Lo primero que dije referente al parto a misamigos fue: VIVA LA EPIDURAL!

    1. Me alegro que saliera bien el parto, ¡enhorabuena por tu bebé! Yo tengo un recuerdo impresionante del primer parto, no sufrí nada… y además puedo hablar con conocimiento de causa ya que la segunda vez no llegué a tiempo y recuerdo que fue la media hora más dolorosa de mi vida, aunque el postparto fue mejor. En cualquier caso, creo que la medicina está para ayudarnos, y todo lo que nos ayude a evitar el dolor, ¡bienvenido sea! un abrazo

  7. Aquí estoy para confesar que yo soy una de esas que juraron y perjuraron que no pediría la epidural y a los 3 centímetros lo hice, aunque no entró en funcionamiento hasta que me pincharon una segunda dosis, cuando ya estaba dilatada de 9 centímetros. De todas formas, si te funciona a la primera, la epidural es un gran invento, porque no hay color entre el desarrollo de mi parto antes y después de que entrase en juego la anestesia.

    1. jaja, no te preocupes que conozco unas cuantas…Y vamos, como bien dices, no hay color entre un parto sin epidural y con ella… El caso es que, aunque sí que la epidural tiene riesgos, estos son mínimos… Tiene muchos más riegos dar a luz con mucha edad y nadie se lo piensa a la hora de tener un bebé… Vamos, yo es que desde que supe q estaba embarazada dije que quería epidural y dar a luz al primero fue increíble… Es más, dos días antes de dar a luz al segundo, les dije a mis amigas que no entendía que algunas mujeres no quisieran epidural y ¡plas! voy yo y no llego a tiempo, lo que se rieron de mí por bocazas.. Para el tercero lo tengo claro, nada de esperar contracciones cada 5 minutos porque si me descuido doy a luz en casa!!!! un besito

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